lunes, 5 de marzo de 2012

Alberto Olmedo

Un 5 de marzo, hace ya muchos años, te fuiste Negro haciéndome llorar como muy pocas veces lloré en mi vida.
Se te extraña mucho pero, por esas cosas extrañas de la vida, estás siempre pesente en mis clases, en tus trabajos que veo siempre y, sobre todo, en mi recuerdo.
¡Cómo me hacías reír! ¡No me perdía ningún programa! Me anotaba en la agenda para no olvidarme. Muchos me decían "Estás loco", pero después cuando te fuiste, me dijeron: "Qué grande que era".
Igual que los críticos que en vida te vapulearon diciéndote: chabacano, soez, vulgar, y vos te reías de eso. Después, hablaron maravillas de vos.
No importa ya eso, vos siempre fuiste del pueblo y así será siempre. ¡Te quiero!

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